19/10/2024 SALIDAS19 Y 20 DE OCTUBRE 2024

PEQUEÑAS HISTORIAS DEL CLUB CICLISTA EBRO


Menudas dos semana de lluvias que llevamos, el sábado19 de octubre, el whatsapp empieza a anunciar al punto de la mañana que está lloviendo, enciendo el ordenador y me pongo a mirar radares de varias páginas web a ver como están las previsiones, Antonino dice que ha caído poco y que sale, yo después de ver el pronóstico también me apunto, Joaquín dice que viene, así que con el suelo todavía un poco mojado atravieso la ciudad y nos juntamos los tres anteriores más César que se une a la fiesta.
La temperatura es buena y ya en el parque algunos nos quitamos ropa, el cielo esta nuboso pero sin pinta de llover, la única incógnita son el estado de los caminos.
Comento que por donde fui el martes estaban bien, que si quieren a mi no me importa repetir y que vamos sobre seguro, así que nos hacemos la foto y nos vamos rumbo a los “Ojos de Matamala”, cogemos la orilla del Canal Imperial hasta La Cartuja, atravesamos la pasarela del “Bicentenario”, la recién arreglada mota de Pastriz (todo esto con el firme en buen estado, algunos charcos que se evitan sin mayores problemas) de allí por asfalto llegamos a La Alfranca y luego a La Puebla de Alfindén.
Un poco antes de la balsa que hay a la entrada de la localidad, nos desviamos por un camino a la derecha, y en un par de km. estamos en el paraje en cuestión, donde unas cercas de madera indican donde están los “ojos”.
En los términos municipales de La Puebla de Alfindén y Alfajarín se encuentra un humedal conocido como Matamala, que consta de una serie de pequeñas balsas u ojos producidos como consecuencia del hundimiento de la tierra debido a la disolución del yeso que se ubicaba en profundidad, el curioso origen de su formación les da un gran valor geológico, lástima que al estar rodeadas de una espesa barrera de carrizo, sólo sean visibles en toda su extensión desde una vista aérea.
Nos demoramos un rato haciendo fotos e intentando verlas de cerca y en una lo conseguimos parcialmente, seguimos rumbo a Alfajarín, (los caminos siguen estando en buen estado) de allí regresamos dirección La Puebla donde el camino elegido nos saca a la N-II por donde rodamos apenas un kilómetro antes de volver a la tierra y después callejeando por el pueblo tomamos el desvío a Pastriz por el carril bici donde hacemos la pausa con más de 40 km. encima.
Se piden los correspondientes almuerzos (yo llevo mi pequeño bocadillo), a diferencia de otras veces el local no está muy concurrido y el servicio es rápido, entre charradas varias y después del café, emprendemos la vuelta hacia la Torre Urzaiz, la pasarela (donde observamos al Ebro con todo su potencial), el GR-99 que lo hacemos a toda pastilla y en tramos me descuelgo del grupo, y llegamos al azud de Vadorrey donde nos despedimos.
Hasta casa me han salido 60 km con bastantes tramos donde he tenido que aplicarme a fondo.

El domingo ya pintaba el día de otro modo, no había previsiones de lluvia, la temperatura era perfecta para la bici y el viento eran unas brisas de cierzo.
Nos juntamos trece en el “Inocencio Jiménez”, rodamos por la vía de servicio de la autovía de Logroño que a pesar de ser domingo y a primera hora, el tráfico de se deja notar y te pone la cabeza loca del ruido.
Atravesamos Casetas con sólo una parada de semáforo y en grupo compacto y sin mayores problemas, llegamos a Alagón y nos desviamos a la derecha para evitar la subida tradicional que tiene el firme en muy mal estado, nada más meternos al desvío, pincha Jorge al meter la rueda en uno de los numerosos agujeros del arcén (por cierto, lleno de suciedad).
Después de reparar, cogemos la carretera de Cabañas y se impone un fuerte ritmo hasta el destino pero sin llegarse a romper el grupo (alguna “apretura” si que he pasado).
Tomamos café en el exterior del bar, en una enorme y bonita plaza y a pesar de estar a la sombra, la temperatura es agradable, J.L. Domínguez se tiene que comer “obligado”, unas bravas con calamar que le saca Alberto en plan: “Mira que te las saco “, “A que no hay h…….” (pues se las sacó), entre risas se debate por donde volver para alargar la ruta, y la mitad del grupo al llegar a la rotonda se separan y el resto volvemos por el mismo camino de ida.
Ahora el poco viento ayuda, lo que unido a que es todo plano (más bien tirando a descenso), hace que la velocidad se incremente bastante, todos juntos salvo algún hachazo de Javi (para no echar de menos a Vasile), nos presentamos de nuevo en Casetas donde es imposible atravesarla sin que te pille algún semáforo, tenemos un buen susto en la peligrosa incorporación desde la Avda. de Logroño de Utebo, a la N-232 por una adelantamiento indebido por la derecha de un vehículo que debía tener mucha prisa.
Después hasta Zaragoza sin más incidencias que señalar, nos hemos ido separando a medida que circulábamos por la ciudad y me han salido desde casa 79 km con tan solo 211 metros de desnivel en una perfecta mañana otoñal, esperando el Almuerzo Fin de Temporada del próximo domingo.


Zaragoza 21 de octubre de 2024


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